Esa
noche la tropa cenó compota, poco importó que la fruta estuviese pasadísima,
estaba calentita y eso bastaba. Los más optimistas pensaron que los trozos más
duros podrían ser gusanos –proteína- se dijeron. A la mañana siguiente casi
nadie echó en falta al sargento Pérez y unos pocos felicitaron al cocinero
https://www.youtube.com/watch?v=4sqBYziYBAs
Me ha costado encontrarte, Mel, pero ya he leído tu relato de la semana pasada en REC y es bastante divertido.La mili era muy dura, sobre todo en las cocinas.
ResponderEliminarLeyendo a Soti, vi tu comentario y me da pena el pobre ancianito. Si quieres, en mi blog encontrarás material para él.
http://escafoides.blogspot.com
Un beso
Encantada de verte por aquí Epi. Veo que además de epífisis tienes corazoncito, biennnn tomo nota.
ResponderEliminarBesos y espero verte más por aquí, y también me gustaría leerte por ya sabes donde, vuelveeeee