No negaré que me excita como ningún
otro lo hizo jamás, pero es justo lo que necesito para afrontar cada mañana. Me
encanta cerrar los ojos y dejarme embriagar con su penetrante olor y calidez,
eso me da fuerzas. Mi única duda es: ¿uno o dos terrones?
sábado, 8 de junio de 2013
sábado, 1 de junio de 2013
Me siento como una diosa...
Gracias a mi familia Enteciana he conocido el concurso semanal
de micros de Radio Castellón, donde debe usarse una frase –la que indique el
jurado- del micro ganador de la semana anterior. Mi frase era Me siento casi
humana, hoy casi me siento una diosa ya que es la 2º vez que participo y he
ganado con este micro cuyos beneficios de publicación son para fines benéficos.
Ahí va el enlace…
http://www.radiocastellon.com/ser_microwin.php
Y aquí en cuento en sí...
Y para reirse:
http://www.youtube.com/watch?v=F71_etubef8
Gracias especiales a todos los colegas de letras que también
estais ahí: Joaquin Valls, Sergi Cambrils, Paloma Hidalgo, Miguel Ángel Page,
José Ángel Gozalo, Fran Rubio, Yolanda Nava, Javier Sanchez Campos, Elena
Casero, Jesús Urbano, Esperanza Temprano, joderrr si estamos los entecianos a
tope…(espero no haberme olvidado de nadie) BE.S.O.S
Ahí va el enlace…
http://www.radiocastellon.com/ser_microwin.php
Y aquí en cuento en sí...
No negaré que me excita el poder que ejerzo en esta familia. A
los mediodías hacer llorar desconsoladamente a mamá, que papá grite como un
energúmeno los domingos y que los niños se queden hipnotizados mirándome es una
sensación indescriptible. Cada vez que se sienta alguien en el sofá y me
enciende, me
siento casi humana, ¿qué digo? como una diosa…
http://www.youtube.com/watch?v=F71_etubef8
Un espacio genial
Relato finalista en el concurso de las Bibliotecas Municipales
de Madrid
Una
vez cumplidos los 40 siglos imagino que
es normal tener algún que otro achaque, pero la verdad, esto de la alergia al
polvo me está matando. Me paso el día estornudando, tampoco es como para quejarse
tanto, ya lo sé, el problema es que en esta lámpara tan minúscula cada ¡achís!
va seguido de un coscorrón contra el latón del techo, y eso sí que duele… a ver
si en el siguiente meneíto alguien se fija en cómo se bambolea y me libera de una vez, pero claro, es que
viene tan poca gente al museo…
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