Puppy68 y
Riada83 enseguida congeniaron, mismas aficiones, gustos literarios y musicales.
Con semejantes nicks tuvieron claro que vivían en la misma ciudad y serían de
edades parecidas. Puppy se sentía mucho más a gusto con Riada que con ninguna
de sus relaciones anteriores, y Riada confiaba como jamás lo hizo en ningún
otro ser. Todo era perfecto pero no se atrevían a conocerse en persona. Y así,
ella, que paseaba a su perro cada atardecer nunca se fijaría en el joven pintor
que día a día inmortalizaba la ría en sus lienzos.
Es lo que tiene elegir un avatar del sexo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario