Le juro señoría que no
cometí perjurio, simplemente estaba bajo la influencia de los propósitos de año
nuevo. Por aquel entonces pensaba de veras que podría pagar los impuestos, la
pensión a mi ex esposa, la hipoteca… ya sabe, todos esos gastos. Pero no he
podido. No ha habido malicia en mí, solo que pequé de optimista. Por eso
quisiera poner una demanda contra el calendario y sus días “especiales”. Reclamarle
daños y perjuicios por el estrés que me produce. También a la luna llena que me
pone nervioso y no me deja dormir, ah y a la primavera que la sangre altera…
Este tipo de relatos tan orginales siempre me llaman mucho la atención, sobre todo por lo difíciles que son de imaginar. ¿Participa en el de abogados?
ResponderEliminarGracias Lorenzo, sí, se supone que participa, al menos yo ya lo envié. Me encanta eso de las 5 palabritas (a veces que palabros!!) y tener que hilarlas en un mismo texto. Gracias por venir de visita.
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