No tengo trabajo, ni es
probable que lo tenga en mucho tiempo. Y, como te dicen todos, no tengo nada
que ofrecerte, eso ya lo sabes, nada “importante” al menos. Pero si tengo una ficha,
la única que pone en marcha el carrusel de mis sentimientos, la que te hará
viajar a mi lado. No puedo prometer que siempre suene la música, ni que nunca
te vayas a marear. Lo que sí sé, es que sin ti, yo me quiero bajar. ¿Quieres
subirte conmigo?
viernes, 28 de febrero de 2014
Reallity Show
Esta ha sido mi propuesta a ENTC Febrero bajo el lema de "Tras el baile de máscaras".
Despierta con el sonido contundente
del tam tam. No puede moverse, está atado a un árbol. Cerca, Alex exclama:
-Eh, colega, nos han dado
drogas gratis. ¡Es la leche!
Cuando consigue enfocar la
vista, las sombras danzantes que los rodean se transforman en guerreros en
taparrabos con el cuerpo pintado. Todos llevan máscaras. El que parece el jefe es
un león con melena y todo. «Así me gusta, espectáculo, audiencia».
A su derecha, Jenifer
grita histérica que quiere usar el comodín de inmunidad. La desatan y se la
llevan, pero los alaridos persisten. «¡Biennn ya es finalista!»
El león se acerca a su
rival repitiendo una letanía indescifrable y le obliga a beber lo que parece
sangre. Alex chilla como un energúmeno que se rinde y se quiere ir. «Será
nenaza». Sonríe, el show es magnífico. Grita a pleno pulmón que ha ganado, pero
«¿Dónde están las cámaras, el presentador, su millón?»
Días después la cadena se
enfrentará a varias demandas y al clamor del público horrorizado. Decidirán
emitir un programa homenaje en memoria de las víctimas, y que la próxima
temporada los concursantes lleven gps, por si se pierden en la selva.
Mejorando la raza
De niña acompañaba a mi
madre a lavar al rio, con los años he conocido inventos extraordinarios como la
lavadora y la televisión, incluso he visto llegar el hombre a la luna. Ahora,
con mi biznieta recién nacida en brazos, no soy capaz de imaginar qué cosas
verá esta niña en su vida. Ojalá cuando llegue a mi edad, sigamos progresando.
martes, 25 de febrero de 2014
y todo por una rubia
Mi último caso me trajo de
cabeza. Mi cliente, Doña Minuta, interponía demanda de divorcio
contra su esposo, Don Talón. Al
parecer, él no cumplía con sus obligaciones conyugales (había sospechas de
alguna infidelidad con una tal señorita Visa). No llegamos a ningún acuerdo y tuvieron
que licitar las pocas pertenencias
comunes. Ganamos el caso. Eso sí, cuando quise cobrar, ella envió un cheque sin
fondo, y él prometió pagarme con algo valioso y de mucha antigüedad, y me envió una peseta.
viernes, 21 de febrero de 2014
Lo importante
Todas las Navidades nos
cuenta el abuelo las mismas batallitas. Que si en sus tiempos nadie daba 6
pesetas por duros, que si con 15 años ya estaba trabajando y… lo que siempre me
dice con cierto desprecio: que los hombres eran hombres, no como ahora. La
abuela calla, me sonríe, y cuando ayudo a las mujeres a recoger la mesa, me
pregunta por mi novio y se alegra sinceramente por mí, porque encontrar el amor,
es mucho mejor que casarse.
miércoles, 19 de febrero de 2014
El marciano
Y allí sigue, en silencio, acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la nave espacial.
Envidia a sus compañeros
que han conseguido tener una vida lejos del almacén. Los más listos: los
piratas, que sacaron las pelis del proyector y ahora les va fenomenal en el top
manta. A él le han ofrecido un papel de extra, pero no se decide… Quizá tenga
razón el troglodita del fondo, que es muy viejo y sabio, y dice que pasaría
desapercibido y le iría mejor, si se aliase con el vampiro y se dedicasen a la
política.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Agua de mayo
Había brotado en medio del
huerto un imponente piano de cola.
-Eso
por regar con agua de “lavanda” -dijo la abuela que se le iba un poco la
cabeza.
Una
semana después había unos alemanes comiendo salchichas y bebiendo cerveza.
-Y
eso por usar agua de colonia –sentenció la yaya con ese tono de “sí ya lo sabía
yo”.
A
partir de ahí se sucedieron unas sirenas, por eso del agua marina, unos
diamantes, achacables al agua mineral y hasta un globo aerostático por culpa de
la gaseosa.
Cuando murió la abuela, llovió a cántaros y salió el arco iris.
Cuando murió la abuela, llovió a cántaros y salió el arco iris.
sábado, 8 de febrero de 2014
Parásitos
Salid malditas, se qué estáis ahí. Os siento dentro de mi ser aferrándoos como garrapatas a la masa encefálica. Os oigo arañando mis neuronas, pero ese no es vuestro lugar. ¡Salid de mi cabeza!, no soporto cómo os arrastráis por todos mis pliegues y os filtráis dentro de mí invadiéndome. Conseguiré sacaros y que os busquéis otras víctimas a quienes contagiar. Sois peligrosas, malditas ideas, buscaros a otro anfitrión.
viernes, 7 de febrero de 2014
Anam Cara
Esta ha sido mi propuesta mensual de enero en ENTC con el lema de "tras su rastro por la nieve".
Las runas profetizaban un nacimiento divino
siempre que coincidiesen el solsticio de invierno y la luna llena. Pero los
dioses, caprichosos, hicieron nacer dos bebés aquella noche. Una niña de piel
blanca y pelo oscuro, y un lobezno negro de ojos color plata, fruto de una loba
apresada por los cazadores. El druida,
presintiendo que era un alma dividida en dos cuerpos, tomó bajo su tutela a ambos
y se internó en el bosque mágico de Huelgoat.
Años después, Alda era una joven bella y sabia, a quien el
jefe del clan celta deseaba aunque estuviese prohibido unirse a una diosa. Pero
ella siempre iba protegida por su inseparable Tuán, el lobo negro. Un anochecer
los siguió y disparó una flecha contra el animal dejándolo herido. Iba a
rematarlo cuando Alda se interpuso
recibiendo la espada en su pecho. Él enloqueció por haberla matado y se degolló
a sus pies.
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Es una mezcla de las leyendas celtas del "anam cara" o amigo del alma, los hombres lobos y el recuerdo del maravilloso bosque de Huelgoat.
miércoles, 5 de febrero de 2014
Compra venta
El reloj marcaba las doce
en punto cuando entré en la iglesia. Extraño lugar para citarme. Le vi
acercarse.
-Tengo algo que le
interesa –susurró- y me mostró la mercancía.
Palidecí. De todos los
tratos que había hecho con él, este sin duda sería el más importante.
-¿Qué vale?-pregunté,
aunque ya sabía la respuesta.
Salí a la calle y me alejé
rápidamente de allí. Oí los disparos a lo lejos, amortiguados por las doce
campanadas, y la voz que retumbaba en mi cabeza “tu alma”.
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