Nuestros mismos ojos penetrantes, la nariz aguileña, sin duda daba el
pego, pero el detective Goitiberagoianbego desconfiaba. Resolvió interrogarle en
persona y dos horas después no había pronunciado ni un “pues” ni un “cagüen”,
eso sí, el acento, típico de Guipuzkoa. Decidieron someterle a la prueba
definitiva: la comida. Rechazó el txakoli y el chuletón de Markina y se
conformó con un sándwich de jamón york. Por si esto fuese poco, el laboratorio
confirmó que no era RH negativo. Al tomarle las huellas aparecieron
unas pequeñas letras donde podía leerse “Made in China”
Vamos esta vez sí que acierto es el clon de San Pedro jajaja
ResponderEliminarEstos chinos que saben mucho, van tres generaciones por delante. Quién te dice a ti que los que atienden aquí en España no son clones,eh? Mira que si has resuelto la leyenda que dice que no hay chinos en los cementerios. Saludos, Mel.