Esta semana en Radio Castellón la frase parece que me viene como anillo al dedo, esto es un cuento, o no.
Para todos los entecianos, pero muy en especial para Paz.
Imaginar historias, verlas publicadas, reunirse con otros escritores, poner carne y hueso a otros magos de las palabras, encontrarse con confidentes inesperados, hablar, reír y sentirse la reina del mundo. Volver a casa, recoger a las niñas, hacer la plancha, saber que has cargado las pilas y que esas pequeñas cosas son las que de verdad valen. Esto es lo que esta noche te cuento.
Para todos los entecianos, pero muy en especial para Paz.
Imaginar historias, verlas publicadas, reunirse con otros escritores, poner carne y hueso a otros magos de las palabras, encontrarse con confidentes inesperados, hablar, reír y sentirse la reina del mundo. Volver a casa, recoger a las niñas, hacer la plancha, saber que has cargado las pilas y que esas pequeñas cosas son las que de verdad valen. Esto es lo que esta noche te cuento.
Abrir el ordenador.Ser invitada a clicar el link. Entrar en un vértigo como de Alicia en la madriguera.Notar un cosquilleo difuso a leer el nombre de una allí, destacando en el título como si se tratara de una equivocación. Seguir leyendo. Notar un agolpamiento en las costillas: todos los correos anteriores, densos de palabras y de complicidades, de desgarros y de alegrías. Revivir el encuentro casual buscando el restaurante con peces. Y a partir de allí: la sonrisa constante, un ligero levitar, una condensación en el tiempo, la sensación de que todo estuviera a punto de brotar. Sentirse embriagada sin beber una gota ( en mi caso con resaca incluida) y gozarlo y absorberlo para luego volverlo a vivir mientras se plancha o se hace cualquier otra cosa de mamás. Agradecerlo a la vida. ¡Y a ti, Mel , regalo de amiga!
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