Ya
tenía el guión. Había quedado redondo. Otra vez de suspense, sí, ¡qué se le va
a hacer!, me va el tema. Pero había dado un paso más. ¡Ya está bien de
ladrones!... ahora tocaba de asesino en serie. Lo había bordado... el psicópata
elegía a sus víctimas al azar, y a todos los asaltaba y acuchillaba a la salida
del cine. Además ya tenía productora, y
estaban emocionados, decían que iban a llenar las salas, que a la gente le va
el morbo... y que en el estreno, contratarían a un grupo de teatro que hiciese
de “asesinos” a la salida.
Mi
“obra” se iba a ver en la gran pantalla... y además, ¡pero qué genio que soy! Mi pequeña debilidad tenía una coartada
perfecta. Todos lo achacarían a un loco imitador...
Si todo iba
bien, el próximo guión sería "terrorista suicida", inmolándose en plena ceremonia
de los Oscar. Eso sería la bomba.
Si te apetece compartir tus relatos, echa una ojeada a ésto
ResponderEliminarhttp://280ypunto.blogspot.com.es/
Un saludo
Agradecida por la información anónimo lector, una pena no saber tu nombre...
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