Era su
cumpleaños. Al desayunar ella esperaba besos, rosas, algo… El se hizo el
despistado, la besó mecánicamente como cada mañana y se fue a trabajar. Ella no
dijo nada. Lavó las tazas y su dolor en la fregadera. El convenció a su
secretaria para acompañarle a la joyería y ayudarle a elegir. A ella le alteró
la llamada de felicitación de su ex, pero aceptó compartir un café en un nuevo
local enfrente de una conocida joyería. Justo a las cinco se fueron a descubrir,
el saliendo del brazo de su secretaria, ella abrazando al ex novio. Sus miradas
se cruzaron y las palabras que debieron decirse horas antes dejaron de tener
sentido.
lunes, 23 de septiembre de 2013
martes, 17 de septiembre de 2013
Diez añitos...
Ayer,
lunes, comenzamos nuestro décimo año teatrero. Hicimos varias improvisaciones,
cada uno con tres “palabros”. Y como diez años no se cumplen todos los días,
las he metido todas en la cocketelera a ver qué salía, como también echamos en
falta a nuestra Zaldinbi, a quien esperamos ver pronto, vaya esto especialmente para ella.
¡
Dale al bombo Zaldonbo ¡ y dale al drinky Zaldinbi ¡
- Xabi : Arco iris, orinal, sol
- Encarna: Piragua, moqueta, letra
- Amagoia :Sindicatos, pulgoso, secreto
- Espe: librería, botella, olimpiadas
- Garbi: chiguagua, naranja,dientes
- Mañole: lunes, canica,alfombra
- María : Astronauta, pez, aguja
Quizás
sea que el destino lo marquen las pequeñas cosas, o quizás, que por más que
gire la ruleta siempre nos tocará el mismo número, nunca lo sabré. Lo que sí
tengo por seguro es que aquel verano con ocho años cambió mi vida. La tía
Enriqueta vino a visitarnos y, yo que jugaba tranquilamente con mis canicas de colores, fui obligado a
cuidar a su chiguagua. Maldita la
gracia que me hacía vigilar a ese chucho pulgoso,
máxime cuando le dio por hacer pis en la moqueta. Lo hizo a propósito ya que
tenía su propio orinal. Fue un acto
reflejo tanto el mío, ya que le atizé una patada, como el suyo, que me clavó
bien fuerte los dientes. Hoy casi me
alegro de aquel incidente que me tuvo todo el verano recluido con la pierna
vendada.
Mis
días transcurrían bastante monótonos encerrado en casa mientras mis amigos
nadaban en el lago y aprendían a remar en piragua,
soñando que algún día participarían en las olimpiadas… y se burlaban de mi que no podía ni acercarme al agua.
¡Naranjas de la China iban a ser
ellos deportistas de élite! Algo tendría que hacer…
Un
día, muerto de aburrimiento, entré en la biblioteca de mi padre, y escogí un
libro al azar. Allí me encontraron horas después rodeado de libros. Quería ser
pirata y descubrir el mapa del tesoro dentro de una botella, recorrer el arco
iris y encontrar el caldero de monedas de oro, volar en alfombra mágica y sobretodo, ser astronauta y viajar en nave espacial.
Os contaré un secreto. Esto último
lo conseguí. Sí, y aunque dicen que los mares de la luna se secaron hace miles
de años y por tanto, ver peces allí
es más difícil que encontrar una aguja
en un pajar, yo no desespero. Este lunes
despegamos –si los sindicatos lo
permiten, que últimamente están en todas partes- sí ahí arriba también…
PD: no, no se me han olvidado un par de palabras, es que dedico estas letras a vosotros, que sois un sol.
PD: no, no se me han olvidado un par de palabras, es que dedico estas letras a vosotros, que sois un sol.
Mascarón de proa
Relato presentado al concurso mensual "Esta noche te cuento" mes de septiembre, lema "Volver". Enlace original
Mascarón
de proa
El sanguinario capitán Morgan jamás sintió piedad. Tras el abordaje y
saqueo del galeón capturado, los hombres fueron pasados por la quilla hasta
morir. Las mujeres, ultrajadas, heridas, arrojadas al océano pasto de los tiburones.
Sólo quedó una niña pequeña a quien incluso las leyes piratas respetaban. Pero
no Morgan. Ordenó atarla con cabos a la proa, a la suerte de la espuma de mar.
El rey Neptuno, conmovido
por la crueldad pirata, acudió en su auxilio pero fue tarde. Desató entonces su
furia arremolinando los mares, engullendo madera y sangre. La marea sólo
devolvió a tierra el cadáver infantil cuajado de algas y estrellas de mar,
mortaja regalo de las profundidades.
El Dios Eolo, ofendido por
la ruptura del pacto de no interferencia, exigió como tributo a la más pequeña
de las hijas del rey del mar. Desde entonces, los hombres tallan mujeres
amuleto en la proa de los navíos, y los delfines siguen eternamente patrullando
las olas, por si ella regresa.lunes, 16 de septiembre de 2013
Contacto
¡Por fin es domingo! Llevo
toda la semana esperando a Jéssica para salir a pasear. Es increíble la de
cosas que le pasan a esta mujer, ya me conozco toda su vida. Al principio me
perdía con tanto nombre, así que inventamos el truco de llamarles ex marido
uno, ex marido dos y novio actual, aunque novio actual va cambiando cada poco. Eso
es bueno, creo que ella va mejorando y yo me entretengo con sus historias. De
sus cuatro hijos me lo cuenta todo, porque aunque los mayores viven allá en la
República con la abuela, hablan a menudo por el ordenador. He pensado que
quizás podría ahorrar y comprar yo también uno y así tener contacto con mis
hijos que con sus trabajos nunca pueden venir. Ella se ríe y me dice –¡ay
papito, que cosas tiene usted!
La fuerza de la costumbre
José nota como le
temblequean las manos al anudarse la corbata –es la emoción de volver a verla-
se dice. Como cada tarde se coloca un clavel rojo en la solapa y sale risueño
calle abajo. Lleva ya un año cortejándola y sus pies se saben de memoria el
camino. Cuando toca a la puerta la
preciosa María está tan guapa como siempre, aunque… ¿Qué es eso? ¿Un pendiente
en la nariz?
-Abuelo… ¿ya te has vuelto
a escapar de la residencia?
Entonces, de golpe, los 50
años que separan ambos recuerdos se aúnan y José sonríe.
-Sí, nena, me he vuelto a
confundir, pero el clavel es para ti.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Dilema laboral
Trabajo
las 24 horas para mis clientes -que ahora son varios por el crecimiento
asiático- todo en vano. Algunos se dan de baja, otros, los más, simplemente ni
se acuerdan de nosotros. Me deprime esta crisis y además, he recibido una
oferta de la competencia. Dicen que es sencillísimo ya que el producto se vende
solo. Estoy por colgar las alas y aceptar el rabo.
sábado, 7 de septiembre de 2013
La palabra más importante del mundo
-Maestro, si solo existiese una palabra en el mundo ¿cuál
debería ser?
El anciano monje habló
así.
-Las tres cosas más importantes que deben saber decirse en esta vida son: primero, decir que “sí” o que “no” claramente y para eso, los gestos bastan. Segundo, “gracias” y una sonrisa o unas manos cariñosas saben hacerlo, pero la tercera, “perdón” debe decirse de corazón y de palabra. No lo olvidéis queridos míos.
OFUSCADO
Ella
es mi icono, la más bella de las clientes de la biblioteca. Me fascinan sus
atributos, su cabecera, con todas esas extensiones y hasta su anchura de banda.
Y yo todo el día en la nube sin centrarme en mis tareas...
Soy
un simple servidor de ficheros así que no albergo ninguna esperanza. Es amor
virtual ¡Lo que daría por tener un hiper vínculo con ella! Pero no me atrevo, lo tengo en tareas
pendientes.
Por
desgracia, hace poco se ha instalado en esta zona un tipo nuevo, un auténtico
web de última generación, sea lo que sea
eso. Creo que estoy obsoleto y necesito actualizarme, no sé, quizás... La cosa
es que el web ese tan guay, es un clon de algún famoso, un tal Avatar. Pero a
mí no me engaña, sé que es un binario de tomo y lomo, y pronto le quitaré su
máscara. No lo aguanto. Además, se
vanagloria de la tener la mejor velocidad de acceso a los portales, y claro, se
las lleva a todas de calle. Bueno, mejor dicho, a navegar por ahí. Seguro que
es uno de esos que va de puerto en puerto...
Ella
parece estar fascinada con él y todo por
mi culpa. Hace unos días, en la librería, llegó el y pidió el directorio para consultar
algo sobre nuevos lenguajes. Le dije que esperase y respondió alguna estupidez
a ver si no era multitarea como él. ¿Multitarea? ¡Vaya disparate! Le indiqué que esperase, que había cola, y
preguntó a ver si no funcionaba en “para-lelo” dijo burlonamente y todos rieron
sus gracias. Ella también.
Desde
entonces sintonizan muy bien. Temo que establezcan conexión física, así que...
bueno he comenzado a espiarles. Usan mensajes encriptados, dicen chatear, y
active-x, en clara referencia, creo yo, a cachearse y sexo activo... ¡No puedo
más! No me queda más remedio que librarme de él: ejecutarle, y mi reloj interno
me dice que ya llega la hora. Porque ya se sabe, placa madre no hay más que
una.
La deuda.
Soy cobrador. Me contratan
para cobrar deudas. No cuestiono si son justas, no me involucro personalmente,
hago mi trabajo y punto. Durante el día me embuto en mi frac, con el impongo
respeto, miedo diría yo. Primero estudio a mis víctimas, busco el momento
apropiado para abordarlas, me gusta ser discreto, que hay mucho chapucero en la
profesión. Finalmente les quito todo lo que tienen, ellos se lo han buscado
digo yo. Hoy mi objetivo me lo está poniendo difícil, llevo horas siguiéndole
hasta llegar a este callejón. Me acerco y como siempre saludo quitándome la
chistera y diciendo mi frase: “Caballero, vengo a saldar una deuda”, y abro mi
maletín…
Un disparo amortiguado y
mi cuerpo se desploma contra el asfalto.
La notificación de embargo vuela por los aires y lo último que oigo es:
“Maldita sea, sólo era un cobrador del frac”…
Mañana.
Soy un agente especial.
No es que sea mi trabajo, es lo que soy. Entrenado para obedecer, máquina perfecta de precisión con licencia para
matar. Nunca cuestiono nada, callo y obedezco. A cambio, me pagan
extraordinariamente bien. Ese soy yo. Hasta hoy.
Se está acabando
este día, y acabo de hacer una estupidez, una maravillosa tontería, algo que
siempre quise hacer y nunca me atreví. He buscado en la web a Sara. Fue mi amor
de juventud, mi único amor, nunca amé a ninguna otra. Me ha sido fácil
encontrarla, escribirle un email me ha costado más. Simplemente le decía que
siempre la amé, que nunca se lo dije y toda mi vida me he arrepentido. He sido
realmente afortunado, porque ella me ha contestado a los minutos. Le alegraba
saber de mí, me agradecía mi sinceridad y me confesaba que ella también siempre
me amó. ¡Hoy es el día más feliz de mi vida! Se despedía diciendo que estaba a
punto de coger un avión transoceánico, y que contactaría a su llegada. –Mañana-
escribía -mañana retomaremos nuestras vidas, mañana...
Hoy, en el bunker
de seguridad en los sótanos de la O.N.U estaban convocados los doce principales
líderes políticos. No es algo inusual, estoy acostumbrado a reuniones secretas.
Pero esta reunión... desde la mañana he notado que era distinta.
Debo explicar que
todo comenzó hace un par de semanas. Fue cuando detecté un temblor especial en
la voz de mi jefe, el hombre por quien daría mi vida sin pestañear si hiciese
falta, el presidente de los Estados Unidos. Le conozco bien, llevo tres años a
su servicio, desde que salió elegido. Sabía que algo grave y extraordinario
debía ocurrir, pero no podía imaginarme la magnitud de la catástrofe.
Esta mañana nos han
reunido a los agentes de protección personal y nos han informado de que la
seguridad es máxima: DEFCON2. DEFCON2...
sólo una vez en toda la historia se ha producido semejante situación. Me
temía una guerra nuclear o algo similar, pero cuando he sabido que también
estaban convocados los máximos líderes espirituales; el Papa de Roma, el Dalai
Lama, el patriarca ortodoxo, los dos grandes rabinos judíos, varios imanes
musulmanes, lideres hinduistas etc...
Entonces... debía ser algo que afectaba no sólo a los países, sino a
toda la humanidad, pero ¿qué?
Como agente
personal del presidente he estado toda la mañana junto a él. He notado su
nerviosismo, sus ojos hundidos, estaba agotado. Lo que más me ha extrañado es
que no llevaba ningún maletín, ningún papel. Fuese lo que fuese, debía ser
demoledor. No he podido evitar que un sudor frío perlase mi frente.
A las dos del
mediodía, ya estaban todos los asistentes en Nueva York, y comenzaba la
reunión. Solamente han asistido los veinticuatro invitados, nueve marines
intérpretes y diez agentes especiales, yo uno de ellos.
Potus, nombre en
clave del presidente de los EEUU, ha informado de estar en posesión de
información de extrema gravedad. En ese momento, escoltados por seis marines,
han entrado tres civiles. El director de la NASA, el del MIT y el del
Smithsonian. Las armas químicas, guerras biológicas, bacteriológicas,
envenenamiento de alimentos, y catástrofes naturales pasaban por mi mente.
Los tres
científicos parecían derrotados, uno de ellos estoy casi seguro que había
llorado profusamente. Proyectaron un video donde se contaba que un meteorito
gigante impactaría con la tierra, esto provocaría el desplazamiento del eje de
rotación del planeta, lo que a su vez provocaría terremotos, tsunamis,
movimientos de las placas tectónicas. La pantalla escupía varias simulaciones
de los efectos que podría tener el impacto, en todas ellas los continentes
desaparecían engullidos bajo las aguas. Cuando acabó la proyección se hizo el
silencio.
El presidente tomó
la palabra. Estaba confirmado, la Tierra iba a ser destruida. Llevaban dos
semanas trabajando conjuntamente los tres organismos y no cabía ninguna duda.
Silencio. Noté como el presidente alemán y el chino se movían incómodos en sus
asientos, los demás palidecían. El papa se santiguó y musitó -el
Armagedón-
El presidente pidió
la opinión de los asistentes sobre si informar al mundo o no. Casi todos los
religiosos se mostraron a favor. Los fieles tendrían la oportunidad de poner en
paz sus almas. Otros en cambio opinaron que se produciría el pánico colectivo y
el caos sería total. Esperar de frente a la muerte o dejar que ella ataque por
la espalda, esa era la cuestión. Yo como militar tenía claro que prefería la
primera opción.
Tras varios
debates, no hubo acuerdo. Los humanos somos así y el Dalai Lama hizo la única
pregunta realmente importante. ¿Cuándo? Lo que nadie había esperado fue la
respuesta del presidente estadounidense : tomorrow, demain, bis morgen, ypto, domani, bukra, asa, zaochen, kala,
mañana...
Aburrimiento.
Cuando tienes un problema
lo de menos es el nombre. Los científicos lo llamaron efecto Carrington, los
religiosos el Armagedón. Inicialmente yo lo llamé “me aburro” pero claro, es
que sólo tenía 10 años, y de repente mi mundo se apagó. Papá me explicó que la
radiación solar destruyó toda nuestra tecnología, no había electricidad ni nada
de lo que por aquel entonces era básico.
Tuvimos que aprenderlo todo de nuevo. Ahora que ya soy anciano, miro atrás y
recuerdo las tardes de juegos al aire libre con los amigos, ya nunca me volví a
aburrir.
Pura necesidad
Siempre
vienen en esta época veraniega. Antes llegaban en grandes bandadas pero ahora
cada vez son menos y muy esquivos. Es muy difícil atrapar uno, se quedan ahí, revoloteando…
pero mi familia tiene que comer. De verdad que necesito un contrato, aunque sea
temporal…
viernes, 6 de septiembre de 2013
Cosmo-Crisis
Veo que ha sido muy feliz, y lo más importante,
ha hecho felices a sus allegados. Sin duda es usted una buena persona. No me
miré así, aquí lo sabemos todo, lo pone en su vidículum… Pero por desgracia
estamos en crisis. Sí, aquí también, y de momento no podemos tramitar su
ingreso. En otra época le hubiésemos alojado temporalmente en el purgatorio,
pero por desgracia nos lo han cerrado –ya sabe, algún trámite de última hora-
así que no nos queda más remedio que derivarlo al submundo. Estará a gusto y
seguro que encuentra a muchos conocidos. Sí, la vida es injusta, pero creía que
ya lo sabía usted…
Uve doble
Uve doble
Hola wapa,
ya sabes cómo es mi madre, ella tan refranera. Pues ahora se le ha metido en la
cabeza que el saber no ocupa lugar y que se cría lo que se come, así que se le
ha ocurrido ponernos letras en el bocadillo… Lo malo es que este mes ha tocado
la “w” y casi me atraganto con lo
grande que es. Ya podía haber elegido otra porque aunque al principio me dio la
fiebre con el windsurf y soñaba con vivir en un bungalow en Hawai, ahora me
paso el día comiendo sándwiches taiwaneses y kiwis, y claro, todo el día en el
wáter ¡menudo show! Menos mal que te tengo a ti en el whatsapp y la web…
lunes, 2 de septiembre de 2013
Jack Rednow
Relato seleccionado en ENTC Junio 2013, lema "Espejos" homenaje a Lewis Caroll y su "Alicia tras el espejo"
Publicado originalmente en
Jack Rednow
Entre la espesa
niebla londinense emerge la oscura silueta de un hombre. Levita, chistera y
bastón. El rítmico caminar rompe el silencio de la noche hasta alcanzar
WhiteChapel donde las prostitutas vocean. Él, inmune a sus ruegos,
provocaciones e insultos prosigue su ruta hasta que un «Cómeme toda por una chelín»
le detiene en seco. La madame le ofrece una jovencita, Alice, apenas una niña.
El caballero introduce la mano en su chaqueta y roza su amuleto de pata de conejo.
«Es el destino» se dice extendiendo un billete de libra esterlina.
Saciado su instinto,
coloca sobre las aún calientes vísceras un naipe Kent: la reina de corazones.
Se encamina a su mansión, dejando atrás los silbatos y gritos de «¡Le han
cortado la cabeza!». Aprieta el paso, la humedad cala los huesos y necesitará
un buen té.
En el aparador
de la entrada cuelga su chistera y se detiene a contemplarse ante el espejo.
Sonríe, atrás quedan sus tiempos de gatito ronroneante. Ahora ya es todo un
depredador.
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