lunes, 10 de noviembre de 2014

Animal



No miento si digo que soy una acróbata en el circo de la vida. Equilibrista haciendo malabares para llegar a fin de mes, payasa para entretener a mis niños y que no les falte la magia de la infancia. He tragado muchos fuegos y  me he salvado por los pelos del lanzador de cuchillos; ya sé que he saltado sin red, pero es que no podía domar más a la fiera, por eso, señor juez, le hice desaparecer.

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