Desde la mañana siento un
hormigueo extraño en los brazos, será la adrenalina, los nervios o ¡qué sé yo!
Presiento que hoy es mi gran día, que volveré a ser volver a ser el atleta que
fui. Por fin el pistoletazo de salida y
salgo disparado. Adelanto fácilmente a muchos corredores y aunque siento un
pequeño malestar, me digo que eso es bueno, que los músculos están al cien por
cien. Acelero, estoy entre los primeros ¡se ve la meta! Un último esfuerzo y
noto el corazón a tope. ¡Voy a ganar! Traspaso la línea de meta y me siento mejor
que nunca. Escucho gritos y un corro de gente se arremolina en la meta. A algún
novato le habrá dado un achuchón, ya lo digo yo, hay ser consciente de los
propios límites. Allí un sanitario practica masaje cardíaco a un tipo con mi
mismo dorsal.
Este relato ha sido seleccionado para ser publicado, yupi!!!
http://www.sansilvestresalmantina.com/concurso-micro-relatos.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario