martes, 17 de septiembre de 2013

Mascarón de proa

Relato presentado al concurso mensual "Esta noche te cuento" mes de septiembre, lema "Volver". Enlace original

     Mascarón de proa
El sanguinario capitán Morgan jamás sintió piedad. Tras el abordaje y saqueo del galeón capturado, los hombres fueron pasados por la quilla hasta morir. Las mujeres, ultrajadas, heridas, arrojadas al océano pasto de los tiburones. Sólo quedó una niña pequeña a quien incluso las leyes piratas respetaban. Pero no Morgan.  Ordenó atarla con cabos a la proa, a la suerte de la espuma de mar.
El rey Neptuno, conmovido por la crueldad pirata, acudió en su auxilio pero fue tarde. Desató entonces su furia arremolinando los mares, engullendo madera y sangre. La marea sólo devolvió a tierra el cadáver infantil cuajado de algas y estrellas de mar, mortaja regalo de las profundidades.
El Dios Eolo, ofendido por la ruptura del pacto de no interferencia, exigió como tributo a la más pequeña de las hijas del rey del mar. Desde entonces, los hombres tallan mujeres amuleto en la proa de los navíos, y los delfines siguen eternamente patrullando las olas,  por si ella regresa.

1 comentario:

  1. ¡Qué hermoso, MEL! Precioso leerlo ahora, que estoy tan enamorada de la literatura clásica... Esos griegos son incomparables ;) Te mando un abrazo enorme desde Argentina, con afecto de amiga virtual.

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